Calidad del agua en Cataluña

En Cataluña, la calidad del agua potable es objeto de estrictos controles públicos. El cloro es el desinfectante más utilizado, y su concentración oscila habitualmente entre 0,2 y 1 mg/L de cloro libre residual al llegar al consumidor, cumpliendo las exigencias normativas de seguridad. Las principales ciudades, especialmente en el área de Barcelona, monitorizan de forma continua los niveles de cloro, además de parámetros físico-químicos y microbiológicos.​

Respecto a sedimentos y minerales, el agua en Cataluña es, en general, de tipo “dura”:

• Barcelona: dureza media-alta (alrededor de 300 mg/L CaCO₃)
• Tarragona: agua muy dura (~350 mg/L CaCO₃)
• Girona: dura (~229 mg/L)
• Lleida: algo menos dura (~140 mg/L)​

Este perfil implica la presencia de minerales como calcio y magnesio, además de partículas en suspensión y micro-sedimentos, todos controlados mediante filtración y decantación en las plantas potabilizadoras.

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Supervivencia de la legionella frente al cloro en tuberías

Aunque la desinfección con cloro es muy eficaz contra la mayoría de bacterias, la legionella ha desarrollado mecanismos que le permiten sobrevivir a niveles normales de cloro en sistemas de agua potable:

• Legionella puede refugiarse en biopelículas bacterianas que se forman en el interior de tuberías, grifos y tanques. Estas biopelículas aíslan a la bacteria del desinfectante y dificultan su eliminación.​
• Además, la legionella aprovecha la simbiosis con protozoos (especialmente amebas de vida libre), multiplicándose en su interior y aumentando su resistencia a los tratamientos químicos y térmicos tradicionales.​
• Diversos estudios han demostrado la rápida recolonización de los sistemas de agua tras tratamientos térmicos y químicos, implicando que los métodos convencionales (cloración, choque térmico) no son infalibles cuando existen biofilms o focos persistentes.

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Papel de los filtros en la prevención del contagio

La filtración avanzada mediante membranas es el método técnico más seguro para impedir la transmisión de legionella y otros patógenos:

• Los filtros de membrana de 0,1 micras de poro o menos (homologados y certificados para uso sanitario) retienen de forma física la legionella y la mayoría de bacterias contaminantes, así como partículas, sedimentos y microplásticos.​
• Estos filtros, instalados en punto de uso (grifos, duchas) o en punto de entrada del edificio, actúan por exclusión de tamaño: ninguna legionella ni otras bacterias de tamaño superior al del poro pueden atravesarlos. Así garantizan la seguridad microbiológica del agua incluso en el caso de que existan biopelículas, presencia persistente en tuberías o insuficiencia del cloro.​
• Los filtros con capacidad de retención log 8 proporcionan una reducción superior al 99.999999% de las bacterias presentes en el agua de red, haciendo imposible la transmisión por vía hídrica.

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Conclusión:
En Cataluña, pese a la eficiencia de la cloración y los controles, la presencia de legionella en biofilms o asociada a amebas puede desafiar la desinfección convencional en redes extensas y antiguas. El uso de filtros de membrana homologados en los puntos críticos es esencial para evitar el contagio, ya que bloquean eficazmente la bacteria y otros contaminantes sin importar las condiciones internas de las tuberías o variaciones en la desinfección química. Esto es especialmente relevante en edificios sensibles (hospitales, residencias, hoteles), donde la protección debe ser máxima.